Thursday
mini diario
Todo esto forma parte de la revista del somos fabricantes www.myspace.com/somosfabricantes
este fué el número seis.. dónde hablabamos de la digestión...otro de mis traumas infantiles!!!
superados claro-.... todo esto nos lleva a dónde ahora estamos...
Yo tenía 12 años, esa época en la que estás en la edad del pavo y para más INRI mi estómago se había quedado pequeñito porque no comía apenas.
No era para estar delgada, pues no estaba para esas tonterías, sólo que la comida me cansaba: tardaba mucho en comer, no me gustaba , para nada... Era una delicada. Y claro, mi estómago, cada vez más pequeño y mi madre, más pesada.
Así que empezó a llevarme a los llamados “curanderos”.
Sí, una vez fui a una mujer en Sant Vicenç dels Horts. Hacías una cola de una hora o más y luego entrabas a una habitación con velas, vírgenes y estampitas. Una sala muy rara.
La mujer, con las manos me tocaba los hombros y rezaba, murmurando unas cosas que yo no entendía. Luego, hablaba con mi madre y le daba unas hierbas para comprar en la herboristería. Y yo, sin saber qué tomaba antes de comer. Mezclado con un zumo de melocotón, me metía ese líquido con la nariz tapada y gruñendo.
Pero seguía sin comer, así que, otro curandero y otro y venga tomas de jarabes y ampollas que mi madre me compraba... Hasta fui a un hombre que me colgaba de una puerta porque decía que así se hacía grande mi estómago.
Yo creo que se burlaban de mí y de mi madre, pero mi madre lo único que quería, pobre, era que su hija, o sea yo, comiera y mi estómago se hiciera grande. Yo estaba cansada y cada vez comía un poco más, porque quería dejar de ir a esos sitios tan raros y dejar de beberme tantos potingues.
Así que, mi madre más feliz cada día; su bolsillo, también; y yo, al final empecé a comer más y más y a saber disfrutar de aquellos alimentos que antes no podía ni oler.
Ahora, hambre y carrito de la compra, cola en el supermercado escuchando las divertidas conversaciones o discusiones de la gente y mi carrito lleno de esas cositas que me gustan, dándome esos caprichillos como las patatas vinagreta, los tigretones...
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